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Nueva meta: ¿la cuarta es la vencida?

por Mundo Dinero 15-09-2018
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A los recortes de gastos ya acordados con el FMI en junio, se suman ingresos de unos $65.000 millones para los meses que quedan de 2018 y de $280.000 millones para 2020. Estos ingresos son los que surgen de aplicar un nuevo esquema de retenciones temporarias a todas las exportaciones del país. Beneficiados por la fuerte suba del tipo de cambio, el equipo económico considera que con quienes mayor capacidad contributiva tienen en este momento como para hacer un “aporte extraordinario” en el desafío de cerrar la brecha fiscal primaria. A su vez, en el corto plazo ayudaría a que el traslado a precios internos de la devaluación se amortigüe en cierta magnitud.

El nuevo esquema contempla un impuesto fijo de $4 por cada dólar exportado en todos los rubros de “Productos primarios o con baja industrialización” y de “Servicios”, mientras que el resto de los complejos exportadores enfrentarán el mismo esquema, pero con $3 por dólar. A su vez, las retenciones para los productos primarios y con baja industrialización comenzaron a regir desde la publicación del decreto en el Boletín Oficial; mientras que para todo el resto de los sectores se hará efectiva a partir del 1 de enero de 2019. Ambos esquemas tienen fecha de caducidad el 31 de diciembre de 2020. A su vez, se postergó por un año el inicio del mínimo no imponible para el pago de cargas patronales, que estaba previsto comenzar el año que viene según la reforma tributaria aprobada el año pasado en el Congreso.

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Complementariamente, Nicolás Dujovne y parte de su equipo viajaron a Washington para renegociar estos cambios con el FMI con el foco puesto en el adelanto de los desembolsos de los años 2020 y 2021 para el 2019. Según el criterio del equipo argentino, si las necesidades de financiamiento serán menores en 2020 y 2021 como consecuencia de un ajuste más rápido, entonces esos fondos no tendrían mucho sentido a partir de 2020 y, por el contrario, serían de gran valor en 2019 para despejar las dudas de default que aún persisten en el mercado a la luz del rendimiento de los bonos argentinos.

Por su parte, el BCRA sorprendió con cambios de estrategias en la intervención cambiaria a lo largo de la semana, pasando de hacer subastas anunciadas a intervenir libremente en algunas jornadas. La complementación de todos estos anuncios y acciones por parte del equipo económico comenzó a mostrar sus frutos con una incipiente estabilización del tipo de cambio. A su vez, el riesgo país tuvo un recorte aunque aún se mantiene por encima de los 700 puntos básicos. Con respecto al mercado de acciones, el MERVAL mostró recuperación.

Estos primeros números, si bien son muy pocos y no constituyen una recuperación sólida de la crisis de confianza en la que aún está inmerso el país, pueden ser interpretados como el comienzo de la reversión del proceso. Lo cierto es que, al menos, los nuevos anuncios del Gobierno no empeoraron las cosas como venía ocurriendo. Luego de largas semanas en que el escenario solo empeoraba, el mercado le dio una tregua a la Argentina.

Por Esteban Domecq. Economista y director de Invecq Consulting S.A.