Historias que Inspiran

Muñoz Realty: Emigrar y comenzar de nuevo

por Mundo Dinero 05-06-2019
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LOS INICIOS

Siempre persiguiendo nuevas oportunidades, los Muñoz llegaron a Mendoza cuando Gastón, el tercero de 5 hermanos, tenía apenas 2 años. Su padre se dedicaba a la mecánica mientras que su madre se ocupaba de las tareas del hogar. Ahí la familia conoció lo que era el trabajo duro y el esfuerzo.

“La figura que tenía de mi papá era la de un hombre cansado que se iba muy temprano a la mañana y volvía muy tarde del trabajo. Le resultaba muy difícil mantener una familia tan numerosa y si bien nunca nos faltó nada, veíamos ciertas cosas por la ventana”.

Así Gastón pasó su niñez y sus primeros años de adolescencia pero con el tiempo él y sus hermanos mayores (Martín Y Cristian) decidieron pensar una salida para superar los avatares de la economía. Fue así que lograron montar un taller mecánico y un lubricentro en la ciudad de Godoy Cruz donde vivían.

“Teníamos un servicio completo que para nosotros era un orgullo porque era el negocio familiar, pero atravesamos momentos muy difíciles. Nos costaba llegar a fin de mes, pagar a proveedores y competir con negocios conocidos de Mendoza”.

UN NEGOCIO QUE NO FUNCIONA Y UNA DECISIÓN TRASCENDENTAL

Así trabajaron un tiempo pero su situación empeoraba en un país que también estaba en terapia intensiva. Es por ello que al no ver un futuro favorable, los Muñoz decidieron vender todo y tomaron la decisión de irse a Estados Unidos. “Sin hablar Inglés, sin papeles y sin dinero” recuerda Gastón.

Casi por casualidad la ciudad de Detroit se cruzó en su camino cuando una conocida se la mencionó en la fila para sacar los pasaportes y hasta allí llegaron con sus sueños.

Primero viajaron los hermanos mayores. Ellos consiguieron trabajo y luego de 3 meses lograron alquilar un pequeño departamento donde más tarde acogerían a toda su familia. “Mi papá nos dijo: 'si ustedes se van, yo me voy con ustedes'” y así fue. Los movilizaban las ganas de estar todos reunidos nuevamente.

Fue una llegada hostil pero tuvieron muchos hispanos que los ayudaron y pudieron adaptarse a la ciudad en cuestión de pocos meses no sin ciertas incomodidades.

Gastón recuerda que a la semana de llegar ya empezó a trabajar en uno de los locales de comidas rápidas en donde estaba su hermano Martín. Los dos eran muy aplicados y responsables en sus labores y fueron aprendiendo distintas tareas hasta alcanzar la gerencia del local un año más tarde. Sin embargo dedicaban muchas horas al trabajo y empezaron a pensar en otro negocio que nos es demandara tanto y que pudiera ser rentable en Estados Unidos.

Tras mucho estudio del mercado, Martín tomó coraje, se arriesgó, renunció y decidió incursionar en bienes raíces. Gastón no olvida que un día él mismo se apareció en el local en traje casi irreconocible y le dijo: “tomate dos semanas y retirate que ya encontré el negocio de nuestras vidas” y así arrancaron.

“Habíamos ahorrado 25 mil dólares más o menos y compramos una casa cerca de Detroit por 19 mil dólares. Una vez que la adquirimos, la acondicionamos para dejarla habitable y cuando la entregamos a un agente para que la ponga en venta, la vendieron a 119 mil dólares. Hicimos los números y estábamos ganando 80-90 mil dólares en 3 meses. Algo que en el restaurante no lo íbamos a lograr nunca”.

Supieron de inmediato que se les había abierto una gran puerta. Tomaron la ganancia y empezaron a invertir en propiedades.

LA EXPANSIÓN

Con las primeras transacciones notaron que uno de los grandes problemas eran los arreglos de las propiedades. Los profesionales cobraban mucho por su trabajo y entonces la plata no les rendía. Fue por eso que decidieron montar su propia empresa de arreglos para cubrir la puesta a punto de las casas. Compraron toda la maquinaria, contrataron gente y lograron hacer que los costos de reparaciones bajen un 70%. Lo que más les genera gracia hoy en día es que su nombre “Mr. Poronga” surgió como un chiste y hoy es un factor muy importante de prácticamente todo su negocio.

“Llegamos a tener 100 propiedades y yo decidí pasar a otro nivel que es sacar la licencia de broker o martillero público que me permitía abrir mi propia compañía entonces ahí nace MUNOZ REALTY”.

Ya con la empresa constituida, empezaron a recibir llamados de Argentina y Uruguay de clientes que querían hacer una inversión con un retorno en dólares. Así MUNOZ REALTY comenzó a ofrecer propiedades por alrededor de 50 mil dólares o más que luego se alquilan y generan una ganancia neta de 500 dólares por mes aproximadamente. No sólo ofrecen la venta sino también la administración.

Con los años y habiendo cumplido sus objetivos a base de esfuerzo y dedicación Gastón sólo tiene palabras de agradecimiento por lo que les tocó vivir. “Empezamos con nada y gracias a Dios nos va muy bien pero nunca perdimos la base de la familia. Eso es lo más importante”.

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