Política económica: Expectativas por los pasos que siguen
Las políticas implementadas por el Gobierno y las proyecciones económicas son un tema de debate en los círculos financieros y políticos de todo el país. Para entender el panorama actual, es fundamental adentrarse en los conceptos de micro y macroeconomía. La microeconomía se enfoca en el comportamiento individual, como empresas y consumidores, mientras que la macroeconomía analiza el funcionamiento de la economía en su conjunto, incluyendo variables como el producto interno bruto (PIB), la inflación, el desempleo y la política fiscal.
Muchos analistas coinciden en que una de las mayores preocupaciones del presidente Javier Milei es fortalecer el ancla fiscal, afectando de manera positiva la macroeconomía. Prueba de eso son las cifras de la inflación del mes de abril, que muestran nuevamente un superávit fiscal en las cuentas públicas.
Este logro resalta el compromiso del Gobierno con la estabilidad económica y su capacidad para avanzar hacia objetivos financieros clave. Sin embargo, es importante considerar el impacto de estas medidas en el día a día de las personas, es decir, en la microeconomía.
En este contexto, el analista económico Salvador di Stefano comenzó su análisis con una afirmación clave: "No hay macro sin micro y no hay micro sin macro". Esta frase deja en claro la interdependencia entre los aspectos individuales y globales de la economía. Durante el programa “¿Qué hacemos con los pesos?”, sábados 22:00 por A24, Di Stefano destacó que el Gobierno se encuentra en una posición delicada, atrapado en problemas económicos heredados por gestiones anteriores y las limitaciones estructurales del país.
Por otro lado, Di Stéfano mostró su perspectiva respecto a la competencia en el marco de las políticas liberales. La competencia se vuelve un motor fundamental para el progreso y la innovación. Sin embargo, llega un punto en el cual se ve amenazada por factores externos, como las medidas a las importaciones que pueden desequilibrar el mercado interno, o por políticas fiscales restrictivas que imponen cargas financieras adicionales.
Estos impedimentos pueden complicar la situación para los comerciantes y agentes activos del mercado interno. Es entonces cuando se hace evidente la necesidad de un equilibrio entre la competencia libre y las medidas que beneficien a la microeconomía. “Somos todos sanos competidores, todos estamos en la competencia, pero llega un momento que me perjudicas”, dijo el experto. Por eso la clave está en encontrar políticas económicas que fomenten un ambiente competitivo saludable y al mismo tiempo protejan la actividad económica local.
Uno de los principales desafíos para el gobierno de Milei es el manejo del tipo de cambio. Di Stefano señaló que el Gobierno se ve impedido de devaluar la moneda debido al impacto que tendría en las tarifas y, por ende, en el ingreso familiar. Esta situación se agrava por la falta de inversión en el país, lo que resulta en salarios estancados y una economía poco dinámica.
En cuanto al análisis del tipo de cambio, se destaca la importancia de factores externos, como la situación económica de Brasil, en la determinación del valor del dólar. A pesar de cierta estabilidad en el corto plazo, aún persisten las preocupaciones sobre un posible atraso cambiario y sus consecuencias en el déficit fiscal y las tarifas.
Di Stefano sugirió que el gobierno de Milei debe centrarse en mejorar la productividad y la competitividad, en lugar de recurrir a devaluaciones. Siguiendo esta línea, propuso una reestructuración del plan tributario para impulsar el desarrollo económico y facilitar la inversión. Además, destacó la importancia de establecer políticas que fomenten la actividad empresarial y la inversión en el país.
Salvador Di Stefano hizo hincapié en la necesidad de un enfoque “proactivo y transversal” por parte del Gobierno, que aborde los aspectos comerciales, financieros, impositivos y productivos de la economía: “¿Qué política de estado tengo yo para desarrollarme y tener un mañana en Argentina?”, dijo el analista, quien propuso un diálogo abierto y constructivo con diversos sectores, incluyendo el campo y el sector empresarial, para generar un consenso en torno a políticas económicas efectivas y sostenibles.
En respuesta a la pregunta del conductor Mariano Otálora, sobre si el momento actual es propicio para implementar cambios significativos, Di Stefano expresó su apoyo al liberalismo económico y la competencia, pero advirtió sobre los riesgos de políticas restrictivas y altos impuestos. Destacó la importancia de una política de estado coherente y orientada al desarrollo económico a largo plazo.
El análisis económico de Salvador di Stefano ofreció una perspectiva crítica sobre las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. Subrayó la necesidad de abordar los desafíos estructurales del país y promover un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento económico sostenible, sin dejar de lado la fortaleza de las políticas liberales.