Análisis

Las tres trampas económicas que debe evitar el Gobierno en su plan desinflacionario

por Mundo Dinero 10-05-2024
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A lo largo de la historia argentina, las trampas económicas fueron un desafío constante para los gobiernos nacionales. Desde la época de la convertibilidad hasta la actualidad, el país experimentó ciclos de atraso cambiario, recesiones prolongadas y distorsiones de precios que obstaculizaron el crecimiento económico y perjudicaron la estabilidad financiera.

Las trampas planteadas por el economista Pablo Goldín fueron históricamente recurrentes en la economía argentina, y representan obstáculos significativos que deben abordarse con cuidado para garantizar una recuperación económica sólida y sostenible.

La paz de los cementerios

La primera trampa identificada por Goldín es lo que él llamó la "paz de los cementerios", y se refiere a una situación prolongada de recesión que, aunque podría ayudar a controlar la inflación en el corto plazo, podría tener consecuencias devastadoras a largo plazo si se prolonga demasiado. La recesión prolongada puede tener efectos adversos en la economía, generando tensiones sociales y políticas difíciles de manejar.

Atraso cambiario

La segunda trampa es el atraso cambiario, una tendencia histórica en Argentina que dificulta la estabilidad económica en el pasado. Goldín advirtió que si bien actualmente el país no cayó en esta trampa, es crucial evitarlo, ya que podría complicar los esfuerzos por mantener la inflación bajo control.

Precios atrasados

Por último, Goldín destacó la trampa de los precios relativos, señalando que la represión de la inflación a expensas de distorsionar los precios de manera desigual podría generar desequilibrios económicos y sociales a largo plazo.

El economista insta al Gobierno a mantener un equilibrio delicado entre la desinflación y la estabilidad macroeconómica, evitando medidas que puedan influir en la desconfianza del mercado y la recuperación económica.

Durante el programa “¿Qué hacemos con los pesos?” en su versión streaming, el economista compartió su punto de vista respecto al plan antiinflacionario de Javier Milei y detalló las trampas en las que “no debe caer el Gobierno”.

Para lograrlo, el equipo económico debe adoptar un enfoque integral que aborde no solo la inflación, sino también otros desafíos económicos clave, como el déficit fiscal y la deuda pública. Además, es fundamental fortalecer las instituciones económicas y fomentar un clima empresarial favorable que promueva la inversión y el crecimiento a largo plazo.

En última instancia, evitar caer en las trampas económicas requerirá una planificación y un compromiso firme con políticas económicas responsables y sostenibles.

En conclusión, el economista explicó que para evitar caer en las trampas que podrían comprometer el éxito del plan desinflacionario, el Gobierno argentino debe ser especialmente cuidadoso en tres aspectos clave. En primer lugar, es crucial evitar la llamada "paz de los cementerios", que implica una política monetaria demasiado restrictiva que conduzca a una prolongada recesión.

En segundo lugar, es vital no caer en la trampa del atraso cambiario, una situación en la que la moneda nacional se devalúa en exceso con respecto a otras divisas extranjeras.

Por último, el Gobierno debe evitar la trampa de los precios relativos, que implica mantener artificialmente bajos algunos precios de la economía, lo que puede generar distorsiones y desequilibrios a largo plazo.

“Esas tres trampas, que son habituales en la historia antiinflacionaria argentina, no sería bueno pisar. Es fácil hacerlo, pero después es difícil salir”, explicó el economista.

En este punto, el economista Pablo Goldín señaló que el gobierno de Javier Milei empezó el plan económico “con el pie derecho” ya que se trata de un programa de emergencia. Sin embargo, es necesario combinar ese plan con políticas que traigan un rebote beneficioso para la sociedad.

“Son las tres luces que vamos a ir mirando a lo largo de los meses para garantizar que la baja de la inflación que está viniendo en estos meses continúe”, explicó el economista Pablo Goldín en su análisis, y finalizó: “En la medida en que veamos que pisamos una de estas tres trampas, estaríamos sintiendo que esto no va a ser sostenible o duradero en el tiempo”.

Mientras el Gobierno continúa implementando medidas para abordar los desafíos económicos actuales, es importante permanecer alerta ante estas trampas potenciales. La capacidad de evadir estos obstáculos va a determinar el éxito del programa desinflacionario y el futuro económico del país.

Entonces, el Gobierno debe adoptar medidas complementarias que fortalezcan la confianza en la economía y promuevan un crecimiento sostenible. Esto incluye avanzar en reformas estructurales que mejoren la eficiencia del sector público, fomenten la inversión privada y estimulen la creación de empleo.

El éxito del plan desinflacionario va a depender no solo de las políticas adoptadas por el Gobierno, sino también de la capacidad de la sociedad para adaptarse a los desafíos económicos y trabajar para un futuro más estable.

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