Esto tiene que suceder para que pueda bajar la inflación
Los precios relativos son un componente fundamental en la economía de mercado, ya que determinan las relaciones de intercambio entre diferentes bienes y servicios. Estos precios son cruciales para la asignación eficiente de recursos y la toma de decisiones tanto a nivel individual como empresarial. Es importante comprender que los precios relativos no son estáticos, sino que están constantemente cambiando en respuesta a fuerzas del mercado como la oferta y la demanda, así como a factores macroeconómicos como la inflación.
En el programa “¿Qué hacemos con los pesos?” versión streaming, el economista Pablo Goldín presentó su visión de cómo se deben balancear los precios relativos para que el Gobierno logre estabilizar la inflación. Junto al conductor Mariano Otálora y los invitados José Bano y Ludmila Di Grande, el experto desarrolló su perspectiva mediante tres gráficos.
El primer gráfico presentado por Goldín abarca el período comprendido entre enero de 2019 y noviembre de 2023. En este gráfico, se observa una serie de barras que representan diferentes sectores de la economía argentina. Las barras rojas indican los precios que experimentaron aumentos significativos durante este período, mientras que las barras amarillas representan aquellos precios que quedaron rezagados en relación con la inflación.
Es interesante destacar que los precios relativos pueden tener implicaciones tanto a nivel macroeconómico como microeconómico. A nivel macroeconómico, los precios relativos desempeñan un papel crucial en la determinación del nivel general de precios en una economía, es decir, la tasa de inflación. Por otro lado, a nivel microeconómico, los precios relativos afectan las decisiones individuales de consumo y producción, ya que determinan el costo relativo de diferentes bienes y servicios.
Durante los primeros cuatro meses de la gestión de Javier Milei, se observa una tendencia alentadora en los precios relativos. Los precios que habían experimentado aumentos excesivos comenzaron a moderarse, mientras que aquellos que estaban rezagados empezaron a recuperarse. Sin embargo, Goldín señaló que aún persisten desequilibrios en sectores como los alquileres, los salarios y las jubilaciones.
El tercer gráfico, que abarca desde enero de 2019 hasta marzo de 2024, confirma que el desafío de nivelar los precios relativos sigue siendo significativo. A pesar de algunos avances, muchos sectores aún muestran desequilibrios en sus precios relativos, lo que sugiere que la estabilidad económica aún no está garantizada.
“Todavía hay que trabajar mucho, no está asegurado que la estabilidad esté cercana”, advirtió el experto durante el programa “¿Qué hacemos con los pesos?”.
Además de los gráficos presentados por Goldín, es importante considerar otros factores que pueden influir en los precios relativos. Por ejemplo, las políticas gubernamentales, como los controles de precios o las intervenciones en el mercado, pueden distorsionar los precios relativos y afectar la eficiencia económica. Del mismo modo, los cambios en la política monetaria, como las tasas de interés y la cantidad de dinero en circulación, pueden tener un impacto significativo en los precios relativos y, por lo tanto, en la inflación.
En el contexto argentino, donde la inflación fue históricamente alta, el desafío de nivelar los precios relativos se vuelve aún más urgente. Como señala Goldín, la persistencia de desequilibrios en los precios relativos dificulta la reducción de la inflación. Solo al "domar los colores de la inflación", como sugiere Goldín, se podrá lograr una verdadera estabilidad económica.
En su análisis, Pablo Goldín concluyó: “Está claro que este Gobierno logró domar la situación, ahora tiene que empalmar con menos medidas de emergencia, que es el desafío de estos meses”.
¿Qué papel juegan el dólar y la inflación acumulada?
El análisis de los precios relativos y la inflación en Argentina no estaría completo sin considerar el papel crucial que desempeña el dólar oficial en este panorama económico. Durante el período comprendido entre enero de 2019 y marzo de 2024, la inflación acumulada alcanzó un asombroso 2800%, una cifra que refleja la volatilidad y los desafíos que enfrenta la economía argentina.
Sin embargo, uno de los aspectos más destacados de este análisis es la relación entre el dólar oficial y la inflación. En el último gráfico presentado por el economista Pablo Goldín, se observa que el dólar oficial está "desemparejando" de la inflación promedio. Esto significa que, a pesar del aumento generalizado de los precios en la economía, el dólar oficial no siguió el mismo ritmo de incremento.
La incapacidad para alinear el dólar oficial con la inflación promedio es un recordatorio contundente de los desafíos persistentes que enfrenta Argentina en su lucha contra la inflación. Como señala Goldín, mientras persistan desequilibrios significativos en los precios relativos, incluido el precio del dólar, será difícil lograr una reducción sostenida de la inflación.
El desafío de "domar los colores de la inflación" requiere una estrategia integral que aborde no solo los precios relativos en general, sino también la relación específica entre el dólar oficial y la inflación. Hasta que no se logre un ajuste adecuado en esta relación, será difícil afirmar que se ganó la batalla contra la inflación en Argentina.
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